sábado, 16 de mayo de 2009

UN PEQUEÑO INCISO.






Mirad, en la anégdota que os he contado, previamente os conté el "porqué" de que mi blog se llame así.





Ahora os quiero contar el también porqué de la foto del encabezado.
Bien, pues esta foto está hecha en el Plató del ANTONIANO DI BOLOGNA...pero esto no tiene importancia, lo que si me gusta es que lo que hay detrás mio...es ni más ni menos que : LA CASITA DE "TOPPO GIGO".



Es uno de los muñecos de la infancia de casi todos vosotros ...con más ternura y más remonísimo. ¿ Os acordais de él ?...


Pues yo tengo mucha relación con todo el equipo del Toppo, pero sobretodo con PEPINNO MAZUL.LO. que es quien le pone la voz siempre en todos los idiomas.





Solo os quería aclarar lo de la foto. Un dia dedicaré un escrito entero al RATONCITO este...que es una delicia.

UNA ANÉGDOTA PEQUEÑA...


Mirad, amigos...con toda la emoción del día de hoy y luego el médico y tantas cosas...poco voy a escribír, pero no quiero que decaiga la fiesta.
Titulé este blog con el nombre de jugando al escondite...(mis recuerdos)..
porque pensé, que la cabeza es como un laberínto...y si vas por los pasillitos te encuentras en el rincón de las cosas superdivertidas, en el rincón de las cosas serias, en el de las tristes, en el de las divertidas a secas...y un largo etccccccccccc. Y eso es como el juego del escondite...
Pues bien os voy a contar una cosa que he encontrado en este escondite, ahora mientras me comía un boccatta de atún y de repente he dicho....ya,ya se que contar que sea cortito y divertido, hoy necesitamos diversión, porque cuando entremos en mi blog o en el de Inma el último capitulo de Puppy...primero es trístisimo, luego acaba fenomenal...y así con lo de hoy podemos compensar lo otro.
Es de sobra sabído por los que me conocen muy a fondo, que yo he sido siempre una persona " muy despistada...pero tremendamente despistada" lo cual me ha llevado muchas veces a situaciones como la siguiente:
Cuando tenía más o menos 18 / 19 años, cogímos con unos amigos del Liceo...un abono para las operas..y cada vez que se interpretaba una, nos tocaba a cada uno ír una vez y así ibamos todos los que teniamos ese abono. El Liceo de antes no era lo que es hoy...se tenía que ír de gala, sobretodo en los palcos, la platea y el anfiteatro..luego ,en los pisos de arriba ya no era tanta obligación...pero muy arregladillos , pues sí.

La anégdota esta, es la siguiente: uno de los dias que me tocaba ír..llevaba de pareja (no siempre eran los mismos) un chico que el nombre ya es de risa: Salvador Vidal Topete...madre que nombre y además el era (de la pareja el gordo y el flaco) una calcomanía del flaco pero en muy joven..
El iba de smoking con su pajarita, etc,etc...y yo monísima de la muerte.
Un traje rosa largo, con unos bordados hechos del mismo hilo en la parte de abajo, con manguitas abolladitas etc...collar de perlas, abrigo de terciopelo negro cruzado por delante, con unos botones como de brillantitos, guantes de seda negros a juego con un mini .bolso igual, de seda negra. El pelo suelto, super limpio, brillante y bueno un "pincel".

Me vino a buscar con todo el protocolo que se utilizaba en esos tiempos el tal Salvador y juntos hacia el Liceo a ver L'elixir D'amor de Donizetti.
Pues nada ...nuesro abono era de palco y así, podiamos ir tres parejas cada vez y nos ahorrabamos un pastón... y llegamos a la ópera y fuimos hacia el palco. Allí estaban las otras dos parejas y hola, beso, hola otro beso..y tachín...empieza el primer acto... maravilloso y encantados de la vida.
Era la costumbre que en el entreacto se pasease uno, por el salón de los espejos, que es una maravilla y allí en la entrada siempre te ofrecian un coctel de cava con cerezas confitadas dentro...esa era la costumbre... te lo bebieses o no, te paseabas y veías a uno a otro y parabas a charlar o tambien habia la 2ª posibilidad que era quedarte en el antepalco y allí montarte tu juerga particular.
Pero lo más divertido de este mundo era el paseillo en donde veías al cursi de turno, a la persona simpatiquísima de siempre, al matrimonio, en fín a toda suerte de personajillos (incluidos nosotros dentro de ese término)...

Pues queridos amigos, al llegar al palco despues de nuestro paseo, de que nos hubiese visto todo el mundo y despues de hacer el " chorrongui " toda la noche, me siento para seguir viendo la opera y al mirarme los pies casí me muero.
Creo que ahora sería muy distinto, pero en aquella época y con aquella edad...estas cosas impresionan.
¿sabeis que llevaba yo en lo pies?...¿en lugar de mis zapatos de taconcito negros de charol ?... pues nada más y nada menos que las ZAPATILLAS DE CUADROS MARRONES DE MI PADRE...

¿ Cómo había podido pasar aquello, si yo las zapatillas de mi padre a esa edad no me las ponía nunca?...pues no se sabe, porque una persona despistada como yo, puede hacer cosas verdaderamente inverosimiles.

Ya me teneis a mi roja, verde de todos los colores..encojiendo los pies hacia dentro...alargando el vestido que casi me lo dejo en el suelo del palco..en fín un disparate detrás de otro...hasta que por fín , me decidí y le dije en la oreja de mi acompañante superbajito : Salvador mira que llevo en los pies... y el pobre Salvador (que era más presumido que la ratita del cuento, casi se muere de un infarto)...¿pero y ahora que hacemos?... y yo...chico...o me voy descalza y dejo estas zapatillas aquí o no te queda otro remedio que ir a mi casa, llamar de la cabina de abajo (entonces ni por lo más remoto había móviles ) y le dices a mi madre que te de mis zapatos...que me he ido a la opera con las zapatillas de mi padre.

OHHHHHHHHHH no Marta..¿y tu madre?...¿que dirá?...si ya debe hacer rato que está durmiendo...ya era como la una de la madrugada...y yo : pues Salvador yo me quedo aquí y no salgo hasta que cierren y le digo al portero de guardia que me he dormido.., o esto o vas a buscar los dichosos zapatos..además mi madre no dirá ni pio , porque está más que acostumbrada a este tipo de "regalitos sorpresa"... y así le convencí y se fué a buscar mis zapatos...mientras estaba sonando " la furtiva lágrima " que a mi me dió, pero de risa cuando me miré otra vez los pies y Salvador ya estaba camino de mi casa...y me sentí liberada de aquella insensatez.

Lo demás, lo podeis imaginar...Salvador con una vergüenza de morirse diciendole desde la cabina a una madre medio dormida..sra Minguella, que vengo a buscar unos zapatos de charol de su hija... y mi madre ¿qué? pero para que... si mi hija ya los lleva..que no sra,Minguella que su hija, lleva las zapatillas de su marido...y mi madre... (simpatiquisima siempre, le dijo :¿ y porque las lleva ?...y el otro , frenético del todo: porque se ha confundido.
Y despues del dialogo para besugos se entendieron y mami le bajó los zapatitos de marras...y le dijo...AYYYY ESTA MARTA... y Salvador, correctísimo se despidió de una mamá en bata y medio dormida, con su habitual besamanos...y volovió al Liceo... y no me estranguló de milagro.

Nunca más quiso ir de pareja conmigo...
Nos veíamos en el palco, pero de pareja NUNCA MÁS.

¿ No es fascinante ser despistado y visto y repasado tantos años despues?
yo lo encuentro fascinante de verdad.
Espero no haberos aburrido con esta simple anégdota... y hasta mañana.