El legado de Ferrándiz
Hace unas semanas me detuve
ante un quiosco porque algo llamó mi atención. Y experimenté una mezcla de
ternura y nostalgia. Era una colección de cuentos infantiles cuyos dibujos me
eran mucho más que familiares. Los cuentos troquelados de
Juan Ferrándiz.
Especializado en cuentos infantiles y postales navideñas, Juan Ferrándiz destacó como ilustrador, escultor y escritor de poemas y cuentos para niños. Nacido en el seno de una familia de tradición artística (su abuelo fue actor y autor de comedias, su padre fue un amante de la pintura y su hermana Paquita es una popular actriz de la escena catalana), Ferrándiz se formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona.
Terminada la Guerra Civil, empezó a trabajar con Jaime Baguñá, junto a quien aprendió la técnica de los dibujos animados, interviniendo en numerosas producciones cinematográficas, tanto cortometrajes como largos - entre ellos, "Érase una vez" (1948-50), y simultaneando el dibujo con la redacción de guiones. Especializado también, desde sus comienzos, en el mundo de los niños, ilustró libros como "Mantengamos limpio el corazón" o "Seamos todos". Asimismo, escribió poesía - entre sus títulos, "Un sí a la vida" - y participó como rapsoda en lecturas poéticas.
Artista polifacético como
pocos, Ferrándiz dejó su huella imborrable en tres campos artísticos muy
diferentes entre sí, pero unidos por él por un tema en común: el maravilloso
mundo de los niños.
En lo referente a la literatura y a la ilustración, sus creaciones están a la
venta en webs de coleccionismo. Sus fabulosos cuentos, escritos
e ilustrados por el propio Ferrándiz, vieron la luz a principios de los años 50
y continuaron publicándose hasta los años 60. Y ahora, afortunadamente, los
volvemos a ver en los quioscos.

Son pequeños librillos grapados y troquelados con una forma relativa al tema del relato que suelen centrarse en la figura (humana o no) del protagonista. Los cuentos, generalmente en verso, nos regalan al final una moraleja muy clara respecto a la historia que se acaba de leer.
Su obra gráfica es conocida
a nivel mundial por la candidez de sus representaciones, por lo general
mostrando actitudes infantiles cotidianas. Inició un estilo que fue ampliamente
imitado en numerosos países. En 1952, empezó a crear una amplia colección de
postales navideñas que se hicieron famosas en España en los
años 60.
"Dentro de mí siempre ha latido un
sentimiento profundo de comunicación hacia los demás. Quería expresar conceptos
tan trascendentes como paz, justicia, solidaridad, ternura,
fraternidad..."


Muchos otros ilustradores siguieron su estela infantil en estos años. Su estilo fue reproducido masivamente en todo el mundo y, durante años, esta forma de creación artística acaparó las felicitaciones de Navidad. Dichas postales navideñas fueron reeditadas en 2006 en un libro recopilatorio llamado "La Navidad de Ferrándiz". Y el 31 de Octubre de 2007, Correos publicó un sello con una ilustración navideña suya.

Tampoco nos podemos olvidar
de sus maravillosos recordatorios, que nos acompañaron a muchos
de nosotros en uno de los días más importantes (por lo importantes que nos
sentimos en ese día) de nuestra vida de niño.
Ferrándiz también destacó en el mundo de la escultura. La colección de tallas navideñas para belenes es hoy muy cotizada económicamente. Fue creada en 1969 y se compone de 57 figuras de tamaños que oscilan entre las 2 y 6 pulgadas de altura. Está destinada a coleccionistas por sus elevados precios en conjunto. Asimismo, diseñó una serie de figuras en madera para Anri, la misma casa que aún fabrica y vende las figuras navideñas. Todas ellas están hechas y pintadas a mano sobre el modelo original del autor.
Ferrándiz también destacó en el mundo de la escultura. La colección de tallas navideñas para belenes es hoy muy cotizada económicamente. Fue creada en 1969 y se compone de 57 figuras de tamaños que oscilan entre las 2 y 6 pulgadas de altura. Está destinada a coleccionistas por sus elevados precios en conjunto. Asimismo, diseñó una serie de figuras en madera para Anri, la misma casa que aún fabrica y vende las figuras navideñas. Todas ellas están hechas y pintadas a mano sobre el modelo original del autor.
En 1992, Juan Ferrándiz fue
galardonado con la cruz de San Jordi de la
Generalitat de Catalunya. Nacido en 1918 en
Barcelona, nos dejaba el 15 de Agosto de 1997 a la edad de 79 años. Nos quedará
para siempre su trabajo, de enorme calidad y tremendamente
entrañable.
Y nos quedará, también, su
imborrable recuerdo a muchos de nosotros que hemos
tenido la suerte de compartir nuestra infancia con esas caritas que nos sonreían
desde sus ilustraciones, esculturas y cuentos.
